Vieja misoginia, nuevo Papa

Se habla de posibles reformas ahora que los católicos tienen nuevo Papa.  La Iglesia Católica, una institución re-anclada durante los últimos 30 años en las tradiciones misóginas que excluyen a las mujeres de la jerarquía -ya no digo Papa,¡¡ ni siquiera cura de barrio !!- no da confianza de creer en las reformas progresistas. Cabe preguntarse por dónde empezarían dichas reformas. Pues podrían comenzar por excluir todos los pasajes condenatorios de las mujeres de los textos sagrados, las oraciones, las historias. No más “desterrados hijos de Eva”; no más desprecio y asco hacia nosotras en las palabras de los mismísimos patriarcas, Agustín, Pablo, Gerónimo, para mencionar sólo a tres. No más la historia de Sodoma y Gomorra. No más el Jehová del Antiguo Testamento, que es un sádico espeluznante, y a quien la redención contada en el Nuevo Testamento vino a suplantar. No más homofobia ni sexofobia. En cuanto a nosotras las mujeres: al sacerdocio, a los obispados, al cardenalato, a los cónclaves… al Trono de Pedro. Las mujeres se desempeñarían mucho mejor de lo que se ha hecho durante 2,000 años, sin esqueletos en los closets, ni genocidios inquisitoriales, ni abuso de menores. ¿Reforma? Reconocer el divorcio, redefinir el principio del alma -no de la vida, que es materia científica- que otras religiones tienen ubicado eso del alma en distintos momentos. Permitir el control de la natalidad y el uso de condones y otros anticonceptivos. Terminar las conspiraciones y alianzas en los foros internacionales con el mundo anti-mujer que ha convertido a Europa en Eurabia. ¿Reformas? Denunciar a los asesinos -incluso los históricos dentro del seno mismo de la Iglesia. El Papa argentino podría comenzar por su sanguinario coterráneo, Ernesto “Che” Guevara.Una carta a la feligresía del planeta que afirme: Che = Asesino… No estaría mal bajar a ese atorrante del altar en que lo han encaramado millones de bobos de la yuca. El Papa Francisco me cae mucho mucho mejor que Benedicto XVI, que el propio Karol Wohtyla, a pesar de su bondad y su férreo anti-comunismo, que Pio XII. Para los fieles, el argentino será un buen Papa. ¿Reformista? Creo que un deseado pero inalcanzable cuento de hadas.